lunes, 24 de noviembre de 2008

Brindis en silencio por las estrellas


Septiembre no se detiene, como el tiempo, nos roba llanto, nos arranca besos y se queda o se aleja en dasafío, con vehemencia.Y le suceden octubres, noviembres, diciembres... ¡Diciembre! Es un mes especial. Según mis mayores es la síntesis del año que vivimos o que perdimos, que así suele ser en realidad. Por tradición es festivo, perfecto para el recuento y para trazarnos caminos nuevos.Voy a apropiarme de diciembre y hacer un brindis. Un brindis en silencio por las estrellas. Frente al espejo con mi rostro en el reflejo y una copa vacía entre mis manos, la alzo por el silencio, bebida amarga es la soledad. No deshonraré al destino con mis quejas; el brindis es por los demás, para que suenen campanas en la inmensidad y luces de estrellas recorran la eternidad. Brindo en silencio, la copa vacía y el espejo. Solemnidad. Respeto reclamado del pensamiento donde los demás no pueden entrar.
Alzo mi copa... por los desheredados del amanecer bajo el cielo de la patria, por los hijos ausentes en las mañanas; por el dolor de las madres ante las camas vacías y frías; por
los pobres de la tierra hambrientos, sedientos y sin abrigo; por las rondas de palmares que los ojos no pueden gozar; por los soldados sin regreso; por los que sueñan auroras para despertar al mundo. Inclino mi copa. Salud, cadáveres amados que duermen en reposo; salud, vivos que yacen sin descanso; brindo por los ancianos sin abrazos, por los sillones vacíos que balancean ensueños, por las marchas de mi calle con la cara al viento, por el refugio seguro para la sombra... Mi copa en la boca por los silencios devastadores; esos que gritan verdades con la pupila sin sueño, por las espumas de Luna sobre el mar bravío y por los abrazos del Sol sobre las espaldas mojadas; brindo por las ventanas abiertas de frente al mar y los lirios sobre las olas y las arenas blancas para el amor; por la belleza; por los soñadores que miran al sol; por los que fundan, por los que luchan; por los que reparten alegrías para despertar al mundo ¡ Salud !
Me embriago por las pobres playas vacías de arena, por los mares sucios de tanta vileza, por la blasfemia de los pastores; por la codicia sin cadenas, por las injusticias repartidas sobre la tierra y los pañuelos ensangrentados para la cara cubierta, por la ambición de algún profeta; por la pobreza de la mentira y la deshonestidad encubierta; por las cadenas que atan las libertades y las exponen en las plazas yertas; por los reptiles de las monedas; por las bestias en acecho para nutrirse con el desamparo; por la inocencia desflorada; por las ideas encadenadas; por tanta infancia mancillada; por las verdades amordazadas; por las mentiras disfrazadas; por el hedor de la tierra cubriendo fosas comunes; por la timidez de los que piden pan; por la vergüenza de la corrupción... Estoy hastiada, embriagada. Brindo en silencio, la copa vacía y el espejo beodo de mi reflejo; se vació mi copa. Sobran cientos de razones para quebrarla, me he embriagado de sorbos amargos para el silencio ¡ Salud !
Amigos, un brindis, el espejo y yo. Las copas repletas para el festejo. La soledad deshecha y los ojos en los ojos, las manos en las manos y en las frentes mariposas de quimeras.
Bebamos de las copas, embriaguémonos de primavera aunque sea diciembre, probemos a ver si se queda. Mis amigos me preguntarán:
- ¿ Por qué brindamos ?
Yo de reojo hago un guiño en el espejo y dibujo una sonrisa para el complot de la copa llena.Y seguro les responderé satisfecha:
- ¡ Ahora brindemos por lo que ustedes quieran !

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