lunes, 12 de octubre de 2009

El viento


Hoy es un día especial. Estreno vestido y peinados nuevos. Voy a exhibir mis atributos de mujer madura por las aceras de mi calle. Es una tarde magnífica, apacible, fresca; sobre todo exenta del fastidioso viento que más que refrescar solamente arruina cualquier peinado. Todos me miran al pasar, seguramente les parezco hermosa y plena. Me siento admirada y esto despierta en mí una coquetería poco usual. Por eso y otras razones es un día extraordinario. Detenida ante una vidriera me recreo en observar miniaturas y más. No sé explicar en qué momento llegó esta ráfaga de viento tibio que deshizo mi peinado y arruinó mi vestido alzándolo hasta la cabeza; una ligerísima llovizna salpicó mi rostro recién maquillado. Creo que nadie me vio; pero el enojo me trajo de regreso hasta la casa y en el momento de abrir la puerta sentí una llamada insistente al teléfono. Acudí presta y todavía enojada:
_ Hola, ¿quién es? – Del otro lado de la línea escuché la voz entusiasta de mi mamá.
_ Feliz cumpleaños, hija. Acabo de mandarte un abrazo con el viento y un beso con la nube. Espero los recibas en cuanto te asomes a la ventana.
Yo me quedé sin palabras mientras una ternura intensa sustituía el enfado injustificado de minutos anteriores y una lágrima tibiecita hizo un caminito desde los ojos hasta la boca. Hoy ha sido un día muy especial porque he sentido la presencia de mi mami en las caricias de Dios. Feliz cumpleaños, el del amor a través de la distancia. El mejor regalo que he recibido en toda mi vida. Detrás de la ventana siempre mi cuerpo espera a la lluvia y al viento aunque no sea mi cumpleaños. Te los devuelvo, madre, lleguen hasta ti.

martes, 6 de octubre de 2009

Penélope


Para mi tía Enma, siempre

Pero tengo en el pecho, entretejido
como en la tierra una raíz…
José Martí


Penélope

¿Qué me pides? ¿Lágrimas?
Yo te las daré:
¡Si tengo el pecho de ellas tan lleno
que ya con ellas no sé qué hacer!
José Martí

¿Y tú qué me pides… ¿que escriba por ti y de ti? Acudo a las raíces del mismo árbol de donde fuimos la misma rama y te voy a cantar mis sueños y los tuyos. Yo bien sé que la savia se junta en las venas y recorre las distancias entre el corazón, la alegría y las penas. Me palpo dentro del pecho y mi pluma galopa sin cordura. Tarea tan distinta es un diplomado para mis letras.
Mi tía Enma viene de la raíz de la tierra, allí la sembraron para hacer más lindos los trigales . Los nudos de sus pies como suspiros, desandaban las guardarrayas de miel y los vegueríos. Fuego por manos le dio la Virgen y con ellas desgreñaba los guayabales y peinaba la cabeza de los santos. El cantar le viene de la cañada o el palmar, que ambos son bien murmurinos. Mi tía Enma es leona. Ahúya al grito de la Patria y de los hijos.Su alegría siempre lleva traje de fiesta; anda por la vida con un sombreso de flores para repartir; ora sobre una tumba vieja; ora sobre unas piernas mutiladas; pero la nostalgia le araña el alma cuando la distancia le inunda de ausencias. Se llena el pecho de héroes y mendigos , de ríos y palmeras. Florece en cada espina y se duerme en cada piedra. Teje y desteje cariños para que nunca falten sobre la tierra.¿ A quién espera mi Penélope de estos tiempos, si ya han desaparecido los andenes? Hay un lugarcito sobre la tierra adonde han de dormir sus agujas y todavía desde allí tejerá mantas para abrazar el frío de la Humanidad. Ahí nos encontraremos. Dame un abrazo para calentar mi esqueleto.

lunes, 5 de octubre de 2009

Mami Lucía (II)


(Con muchísimos besos más de años)

Para mi mami Lucía han pasado muchos besos más. Cuento sus años de más por cada beso de menos que no he puesto en sus mejillas. La culpa la tiene el mar. La culpa la tiene el cielo.La culpa la tengo yo: pero quiero cantarte bonito para borrar con mis labios toda aquella distancia que nos ha hecho una mala emboscada. Mi mami sigue siendo flor de cada día, mientras más días: más bonita flor. Ahora ya no presume de ser tan enhiesta; ahora presume de ser la más enhiesta, aunque yo bien sé por qué le cuesta el andar y el perfumar. Mi mami colorea la corola a su antojo. Según los augurios de las bonanzas. En verdad la quiero así. Me gusta cuando no se achica, cuando me besa y cuando la vida le abre puertas(no siempre anchas, por cierto) A veces me duele mi mami, no sé si me lastima más cuando veo su tallo marchito o cuando la sorprendo poniéndolo derechito para que yo no descubra hasta dónde ha descendido durante este último mar de tiempo. Va para mi mami este homenaje que apenas las letras entre tímidas e inquietas se asoman a la cuartilla virgen para llenar de colores cada pétalo que en la distancia me colma de bendiciones.Si te alcanzan los brazos, mami, llega hasta mí y haz que se funda tu alegría con tanta nostalgia escondida. Te estoy debiendo un siglo de besos. Te amo.