miércoles, 7 de enero de 2009

Tiempo viejo prisionero del alba




El Duende de la Nostalgia ha estado revolviendo entre mi valija desvencijada, único equipaje cuando partí de mi tierra, tan pobre ella misma como yo desorientada, demasiado grande para equipaje tan pequeño y excesivamente pequeña para llevar mi esperanza. Anacrónico equipaje entre la multitud, humilde y raída como su dueña, perdida entre las manos que parecían ajenas en un cuerpo escapado de su espacio y de su tiempo, hasta ahora así de intactos en tierra ajena.
Cuando despedí mi mundo iba con mi maleta cargada de sueños y esperanzas, repleta de proyectos y el sol aprisionado entre mis cosas; preñada de abrazos y manos blancas que se multiplicaron en adioses y palabras francas; una maleta vieja soportando entre sus tapas, junto conmigo, la ternura sin palabras.
Llaves de falso broche en cierre tan endeble han guardado el tesoro de mis recuerdos que se niegan a mostrarse porque no hay derecho a delatar la nostalgia que se esconde olvidada; pero viva, dentro de un equipaje cerrado. Sin embargo; un duende curioso por el placer morboso de hurgar entre secretos celosos, ha revuelto mi equipaje y hasta lo más pequeñito de mi alma en cautiverio, reo voluntario por amor, tesoros auténticos del cariño jamás subastados, ni sustituidos, ni violentados; para siempre heridas abiertas que se restañan con besos y se multiplican en auroras cada vez que amanece y la humedad de la almohada delata los anhelos que en el corazón se esconden por el retorno en sueños a tu calle mojada.
Mi equipaje desnudo es nada, manojito de pequeñeces que cabe entre mis palmas... un libro de versos preñados de esperanzas, apuntes curiosos escritos por vanidad sana, cartas viejas con sabor a distancia, flores secas entre cintas rosadas, miniaturas del niño que llevé en mis entrañas y allí están guardadas, fotos que aprisionan rostros de personas amadas, papeles viejos como mis añoranzas, recuerdos vívidos de mis encrucijadas, recuerdos pequeños en haces tan grandes que se desparraman por toda la casa cuando la cubierta hundida de mi maleta rota descorre los broches que los aprisionaban y ahora andan sueltos alborotando el aire que oliendo a caña me azota la cara. En una maleta tan grande el espacio se agiganta; recuerdos tan intensos no caben entre sus bandas. Mi maleta está repleta de besos que allí se aprietan en la quietud de algún rincón oscuro de esta que no es mi casa y esperan, pacientemente, que el duende curioso de la nostalgia desate sus amarras para que yo los sienta sobre mi cara, cada vez que la abra. Mi equipaje no tiene precio porque esos recuerdos permanentes me asaltan estremecedores y recorren de punta a punta mi alma. Si lo abro, suspiros se escapan y murmullos de despedidas se pierden por toda la casa. La mayor parte del tiempo mantengo mi maleta cerrada para que nadie me robe los besos que guarda y cuando la abro, a solas, me bebo en silencio los recuerdos que me regala de aquel mi tiempo viejo prisionero del alba.
Mientras escribo estos apuntes en cuartillas desordenadas, la furia desatada de un avecilla cautiva de mis besos, juguetea con mis notas, destaja con su pico las frases aprisionadas entre las claves de mis versos y mi prosa desbocada y no sé yo si por sed, o por amor, o por inocencia incauta, o quién sabe si para aligerar el peso de mi alma, se bebió una lágrima que rodando sin enojo sobre mi mejilla, iba directamente a emborronar la página rota que soportó con estoicismo el despliegue de mi pluma para llenarla con tanta nostalgia.
Mi equipaje nuevamente cerrado ha abierto mis añoranzas y han desordenado toda mi casa y mi alma. Yo sé que mi maleta está llena de besos para sentirlos en mi cara cada vez que la abra.
- ¿Hacia dónde vas Duende inquieto de la Nostalgia?
- ¡ Vamos ! - Me incita el peregrino - Liberemos al tiempo viejo prisionero del alba.

2 comentarios:

Maileen Torres Rodriguez dijo...

¡El duende de la nostalgia! ¡wow!
Me estremecio tus letras. Se trasportaron por todas mis venas.
Gracias por comportirlas.

manuel perez manzanera dijo...

EL DUENDE LA NOSTALGIA REVUELVE SU MALETA DESUNIDA.PEQUEÑA PARA TAN GRANDE ESPERANZA.Y PERDIDA EN EL ESPACIO Y EL TIEMPO.MALETA RELLENA DE SUEÑOS Y PROYECTOS.ESE DUENDE NOSTALGICO REVUELVE LO MAS INTIMO DE SU ALMA EN CAUTIVERIO, RIQUEZAS DEL AMOR JAMAS CEDIDO.LOS SIMBOLOS IMBORRABLES Y RECUERDOS DE SU MALETA SE ESPARCEN CUANDO LA ABRE, LO MISMO QUE LOS BESOS QUE LA APRISIONAN Y LOS SIENTE SOBRE SU ROSTRO CUANDO ESE DUENDE NOSTALGICO ABRE SUS LAZOS.RECUERDOS DE AQUEL TIEMPO CADUCO.